El deporte y la actividad física están al alcance de cualquier persona, sin importar tamaño, peso, cultura, personalidad ni cualquiera de las otras características que diferencian al ser humano. Entre estas diferencias se incluyen las discapacidades físicas y mentales, así como sus diferentes combinaciones. Lo que se debe resaltar es que es “deporte”, sin importar la condición de quien lo practique.
Los beneficios son ampliamente conocidos y respaldados por investigaciones. A los aspectos físicos (mejoramiento del sistema cardiovascular, crecimiento de la masa muscular, fortalecimiento del sistema inmunológico entre otros), se deben agregar ganancias psicológicas y emocionales indiscutibles (mejoramiento de la autoestima, manejo del estrés, desarrollo de los procesos cognitivos, mayor confianza en sí mismo). Todo esto además de lo significativo que es para una persona la práctica deportiva en su proceso de socialización.
En las personas con discapacidad, la actividad física aporta valores añadidos como facilitar la inclusión y colaborar en el proceso de rehabilitación. A través del deporte, la persona se siente estimulada a utilizar y optimizar el funcionamiento de las partes del cuerpo que no están comprometidas. Se promueve una relación positiva con el propio cuerpo.
En los niños, la actividad física les brinda la oportunidad de compartir con sus padres, amigos o compañeros, permitiéndoles el disfrute del juego y la estimulación a la participación. A menudo los niños con discapacidad están expuestos a mensajes de lo que “no pueden”, mientras que el deporte promueve el desarrollo de su potencial.
Al igual que en el deporte convencional, la persona con discapacidad puede participar recreativamente, pertenecer a algún club o llegar a la alta competencia, dependiendo de sus intereses y habilidades. Existen instituciones nacionales e internacionales que organizan eventos donde se participa en diferentes categorías, cada una con estrictas evaluaciones, controles y reglamentos, con el fin de asegurar igualdad de condiciones.
En Venezuela existe un gran movimiento que promueve la participación de personas con discapacidad en diferentes especialidades deportivas, a través de las asociaciones y federaciones respectivas. También se puede obtener información en las distintas instituciones de educación especial o en las asociaciones de personas con discapacidad.
Venezuela participó por primera vez en unos juegos paralímpicos en Barcelona 92. Desde ese entonces ha tenido representación en todos los juegos paralímpicos subsecuentes. Aunque el nombre de Venezuela ha quedado en alto en muchas ocasiones, debemos tener en cuenta que el objetivo no es sólo llegar a la alta competencia. Se debe también promover la participación en el deporte recreativo, escolar y comunitario, ya que el disfrute y los beneficios del deporte y la actividad física le pertenecen a todos.
Fotos proporcionadas por Cesar Heredia, defensor de los derechos humanos de personas con discapacidad.
Instagram: @cesarheredia9 y @ruedasdefelicidad
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